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Las plantas autóctonas se han desarrollado de forma natural en tu región geográfica, por lo que es más fácil que prosperen en esas condiciones climáticas y ese tipo de suelo. También han evolucionado para aguantar mejor las plagas locales y no invitan a nuevas plagas a establecerse en ellas. Por otro lado, la fauna de tu región ha evolucionado junto a estas plantas, por lo que los pájaros, las mariposas y otros pequeños animales locales dependen de esta vegetación como fuente de alimento y refugio, entre otras necesidades.

Al estar bien adaptados a esas condiciones climáticas, los árboles y arriates autóctonos suelen requerir menos cuidados y menos mantenimiento que las especies exóticas (no autóctonas). Gracias a esto, no hace falta regarlos tan a menudo ni utilizar muchos productos químicos en el suelo.

Añadir plantas a tus espacios interiores tiene numerosos beneficios para la salud. Además de mejorar la calidad del aire en el interior, se ha demostrado que las plantas levantal el ánimo, reducen el estrés y estimulan la creatividad, por lo que son el complemento ideal para cualquier hogar o entorno de trabajo. Si cuidar las plantas no es tu fuerte, a continuación te presentamos unas cuantas plantas de interior de bajo mantenimiento que estarán mucho tiempo contigo, aunque no las cuides tanto como deberías.

Los árboles de jade (Crassula ovata) pueden aguantar más de un mes sin que los riegues. Solo tienes que colocarlos a pleno sol de la tarde y regarlos cuando sientas que la tierra está seca.

Los lirios de la paz (Spathiphyllum) son perfectos si tiendes a regar en exceso y no son muy exigentes en cuanto al nivel de luz solar. Pero con la luz adecuada, y quizá un baño con vapor, te darán flores blancas durante todo el año.